[ Pobierz całość w formacie PDF ]
.Sabía que no sería fácil para Sara empezar de nuevo y volver a confiar plenamente el alguien, aunque valía la pena intentarlo.Desde luego no podía haberse fijado en una persona más diferente a su ex en tantos sentidos.Desde que se conocieran siempre había sido atento y amable con ella, sabiendo que ya tenía a alguien en su vida había estado cerca como un buen amigo y se había portado de maravilla cuando a Sara le había tocado el turno de familiarizarse con la empresa de su padre.Tuvo la suerte de tener el apoyo de su familia y los demás compañeros pero Jorge había estado ayudándola a cada paso y solucionando cada problema que surgiera por pequeño que pudiera parecerle.—¿No te dijo nada después? —preguntó Paula entusiasmada al otro lado de la línea.—No mucho, tenía que irse y yo iba a cerrar en pocos minutos.—Sara sabía que no había sido el mejor momento para hacerlo y estaba intranquila por si Jorge se lo pensaba mejor y decidía que no debía pasar nada entre ellos—.Además tenía que hacer las maletas y mañana tiene un largo viaje que hacer.Creo que no tenía que haberlo hecho, pude haber esperado.—Tonterías.A él le gustas desde hace mucho tiempo y seguramente eras la única que aún no lo sabía —le aseguró Paula con franqueza—.Seguro que le has dado una alegría y aunque vayáis a estar separados un tiempo podéis hablar y haceros una visita de vez en cuando.—Eso no estaría mal, pero no puedo estar en la carretera todos los fines de semana, ni él tampoco.Tiene trabajo que hacer —repuso Sara hablaba con tristeza.—Vaya, creo te gusta más de lo que piensas.—Es posible, pero quiero ir despacio —afirmó Sara al tiempo que suspiraba.vEl segundo fin de semana de diciembre se celebró la boda de Paula y Eric.Fue una ceremonia de ensueño y Sara no pudo reprimir las lágrimas cuando su mejor amiga le dio el “Sí quiero” al hombre que la hacía inmensamente feliz.Eran lágrimas de alegría porque aunque ella no hubiera sido tan afortunada, sabía que podría tener otra oportunidad cuando llegase el momento adecuado.Estaba casi convencida.Durante la ceremonia no había podido hablar con Jorge.En el banquete habían compartido mesa con sus padres y no habría sido el mejor sitio para esa conversación.Tampoco había tenido ocasión de verle a solas durante el baile porque los amigos a los que Sara no veía desde hacía años la acapararon en todo momento y estaba segura de que podrían hablar muy pronto.Intentó divertirse y disfrutar de la gente que conocía, especialmente de su mejor amiga a la que veía radiante de felicidad.vEstando de vuelta en casa, Sara se puso a deshacer las maletas.Cuando decidió pasar el domingo con su amiga para poder aprovechar lo poco que estarían juntas en bastante tiempo, no pensó que a la vuelta tuviera que pagar las consecuencias.Había sido un vuelo corto pero después de un fin de semana ajetreado como el que acababa de vivir, casi no tenía fuerzas para estar de pie.Dejó las maletas a medio deshacer y se tumbó en su cama para recordar la breve conversación que había podido tener con Jorge cuando habían salido a la terraza, bastante avanzada la noche, para refrescarse.—Hola, te he visto salir —dijo con complicidad.—Sí.Necesitaba despejarme unos minutos —dijo Sara riendo—.Pero no me había dado cuenta del frío que hace aquí.—Lo sé.Es que no hemos podido hablar —dijo acercándose.Jorge la cogió de las manos para que no se le enfriaran—.El otro día te parecería que salía corriendo después de que me besaras pero es que si me llego a quedar, estoy seguro de que no hubiera sido capaz de controlarme —aseguró.—Oh.Yo… —balbuceó.Sara estaba sorprendida, pero en el buen sentido—.No me dio la sensación de que salieras corriendo, pero me preocupaba por si me había pasado de la raya.—Llevo cinco años deseando un beso tuyo —dijo acariciándole la mejilla—.Pero quiero que te tomes tu tiempo para que estés segura de lo que quieres de verdad.—Es posible que ya lo sepa —dijo Sara mirándole a los ojos.vSintió un delicioso cosquilleo en el vientre cuando recordó el beso que le había dado Jorge un segundo después.Nadie la había besado nunca con tanta ternura y tanto fuego a la vez.Cada vez que lo recordaba se estremecía y deseaba poder repetirlo cuanto antes.Algo que era bastante complicado, teniendo en cuenta que estaban a cientos de kilómetros de distancia en ese preciso momento
[ Pobierz całość w formacie PDF ]
Darmowy hosting zapewnia PRV.PL