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.Bosch iba a encontrarlo.Se metió en una zona de estacionamiento prohibido cerca de Quintero Street y caminó hasta el grill Pescado Mojado.Pidió camarones a la diabla y mostró la foto de ficha policial de Waits al hombre que le atendió y a los clientes que esperaban en la cola.Recibió la habitual negativa con la cabeza de cada cliente y la conversación en castellano entre ellos se apagó.Bosch se llevó el marisco a una mesa y se terminó rápidamente el plato.Desde Echo Park se dirigió a casa para quitarse el traje y ponerse unos tejanos y un jersey.Luego puso rumbo a Beachwood Canyon y recorrió su camino hasta la cima de la colina.El descampado que se utilizaba de aparcamiento debajo de Sunset Ranch estaba vacío, y Bosch se preguntó si toda la actividad y la atención de los medios del día anterior habían mantenido alejados a los paseantes.Salió del coche y abrió el maletero.Sacó una cuerda enrollada de diez metros y se dirigió a los arbustos por el mismo camino que había tomado detrás de Waits el día anterior.Sólo había avanzado unos pasos por el sendero cuando su teléfono móvil empezó a vibrar.Se detuvo, sacó el teléfono de los tejanos y vio en la pantalla que quien llamaba era Jerry Edgar.Bosch le había dejado antes un mensaje mientras se dirigía a casa.– ¿Cómo está Kiz?– Mejor.Deberías visitarla, tío.Superar lo que tengas que superar con ella y visitarla.Ni siquiera llamaste ayer.– No te preocupes, lo haré.De hecho, estaba pensando en salir temprano y pasarme.¿Vas a estar allí?– Tal vez.Llámame cuando vayas y trataré de reunirme contigo.En cualquier caso, no llamaba por eso.Hay un par de cosas que quería contarte.En primer lugar, tenían una confirmación de la identificación en la autopsia hoy.Era Marie Gesto.Edgar se quedó un momento en silencio antes de responder.– ¿Has hablado con sus padres?– Todavía no.Dan trabaja ahora vendiendo tractores.Pensaba llamar esta noche cuando él haya vuelto a casa y los dos estén juntos.– Eso es lo que yo haría.¿Qué más tienes, Harry? Hay un tipo aquí en una sala por violación y homicidio y voy a entrar a partirle el culo.– Lamento interrumpir.Pensaba que me habías llamado tú.– Lo he hecho, tío, pero te estaba contestando la llamada muy deprisa por si acaso era importante.– Es importante.Pensaba que te gustaría saberlo.Creo que esa anotación que encontraron en los 51 de este caso era falsa.Creo que cuando todo se aclare, estaremos a salvo.Esta vez no hubo vacilación en la respuesta de su antiguo compañero.– ¿Qué estás diciendo, que Waits no nos llamó entonces?– Exacto.– Entonces, ¿cómo llegó esa anotación a la crono?– Alguien la añadió.Recientemente.Alguien que me quería joder.– ¡Maldita sea! -exclamó Edgar.Bosch percibió la rabia y el alivio en la voz de su antiguo compañero-.No he dormido desde que me llamaste y me contaste esta mierda, Harry.No sólo te han jodido a ti, tío.– Eso es lo que suponía.Por eso he llamado.No lo he averiguado todo, pero es lo que parece.Cuando sepa toda la historia, te la contaré.Ahora vuelve a la sala de interrogatorios y acaba con ese tipo.– Harry, eres mi hombre, acabas de alegrarme el día.Voy a ir a esa sala a crujirle los huesos a ese capullo.– Me alegro de oírlo.Llámame si vas a ir a ver a Kiz.– Lo haré.Pero Bosch sabía que Edgar sólo iba a hacerlo de boquilla.No visitaría a Kiz, y menos si estaba a punto de resolver un caso como había dicho.Después de cerrar el teléfono y guardárselo en el bolsillo, Bosch miró a su alrededor y asimiló el entorno.Miró arriba y abajo, desde el suelo a la bóveda arbórea, y no vio ninguna señal obvia.Supuso que no había necesidad de un sendero de Hansel y Gretel mientras Waits permaneciera en el camino claramente definido.Si había señales, éstas se hallarían al pie de la pendiente fangosa del terraplén.Se dirigió hacia allí.En la parte de arriba del terraplén ató la cuerda en torno al tronco de un roble blanco y consiguió bajar haciendo rapel.Dejó la cuerda en su sitio y de nuevo examinó el área desde el suelo a la bóveda arbórea.No vio nada que señalara de manera inmediata el camino al emplazamiento de la fosa en la que se había hallado a Marie Gesto.Empezó a caminar hacia la tumba, buscando marcas en los troncos de los árboles, cintas en las ramas, cualquier cosa de la que Waits pudiera haberse valido para encontrar el camino.Bosch llegó al emplazamiento de la tumba sin ver una sola indicación de sendero señalizado.Estaba decepcionado.Esta falta de hallazgos topaba con la teoría que había perfilado para Rachel Walling.Sin embargo, Bosch estaba convencido de haber acertado y se negaba a creer que no había camino.Pensó que era posible que las marcas hubieran sido destruidas por la horda de investigadores y técnicos que habían acudido al bosque el día anterior.Negándose a rendirse, regresó al terraplén y miró el emplazamiento de la tumba.Trató de poner su mente en la posición en la que estaba Waits.Él nunca había estado antes allí, sin embargo, enseguida eligió una dirección hacia donde ir mientras todos los demás observaban.«¿Cómo lo hizo?»Bosch se quedó inmóvil, pensando y mirando al bosque en la dirección de la tumba.No se movió durante cinco minutos.Después de eso tenía la respuesta
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